Journey through the Land of the Birds: Albert’s Residency at Casa Provita
Realicé una residencia ecoversitaria en Casa Provita, en Providencia, Costa Rica, en el bosque del Parque de los Quetzales, con la intención de trabajar la amistad con el corazón, la aventura, y el mundo más allá de lo humano.
Casa Provita es un santuario para la vida, que comenzó como un sueño, y que ahora recibe y acompaña a lxs jóvenes de la comunidad de Providencia en sus procesos de aprendizaje, en sus relaciones interpersonales y en solidaridad con su curiosidad. También brinda hospedaje a diversidad de seres del bosque: por la mañana puedes escuchar el dulce cantar de los pájaros, la viva cauce de un río que corre continua, los árboles se mecen al compás del viento, tus pulmones se expanden, por la noche acuden inesperadas visitas, luciérnagas, mariposas, polillas gigantes. Compartí esta residencia con Sierra, Andrea, Luna y su perrito Honu, queridxs miembrxs de la Alianza. Fue un maravilloso viaje que compartimos juntxs.
I did an ecoversity residency at Casa Provita, in Providencia, Costa Rica, in the forests of Parque Nacional los Quetzales (Quetzal National Park), with the intention of exploring friendship; with the heart, adventure, and the more-than-human world.
Casa Provita is a sanctuary for life, which began as a dream, and now receives and accompanies the young people of the Providencia community in their learning processes, their interpersonal relationships and in solidarity with their curiosity. It also offers lodging to a diversity of forest creatures: in the morning you can hear the sweet singing of birds, the lively flow of the river that ceaselessly rushes by, the trees that sway to the rhythm of the wind. There, your lungs expand, at night unexpected visitors arrive, fireflies, butterflies and giant moths. I shared this residency with Sierra, Andrea, Luna and her dog Honu, dear friends of the Alliance. It was a wonderful time that we shared together.
Luna, Sierra, Albert y Andrea en el Pasillo de los Dibujos de Casa Provita con la Ballena Cósmica
Luna, Sierra, Albert and Andrea in the Art Corridor of Casa Provita along with the Cosmic Whale
Línea de Vida
Las semillas de esta aventura ocurren en el IV Encuentro Regional de Ecoversidades Abya Yala en la Huasteca del año pasado, cuando conocí a Sierra y Andrea en persona, dos increíbles amigxs de la alianza quienes sostienen la Universidad de la Aventura, una ecoversidad que invita a abrirnos al mundo y aprender con las montañas y el territorio. Tras el Encuentro visitamos Jilotepec en el Estado de México, un sitio de escalada en roca en el corazón del bosque. Fue mi primera vez escalando. Tuve mucho miedo, subir fue todo un ejercicio de valentía, pero el tacto de las piedras me resultó amable, aquí me decía una piedra, acá me decía la otra, llevándome de la mano, guiándome. Entonces, esa pared de roca se convertía en una línea de vida, áspera pero generosa, que me rechazaba, pero me invitaba a continuar y descubrir nuevas fuerzas hasta entonces desconocidas, tomaba aliento y luego me sumergía en ese mundo donde todo podía pasar. Mi corazón estaba abierto, sonreía.
Lifeline
The seeds of this adventure occurred at the IV Regional Gathering of Ecoversidades Abya Yala (Latin America Region of Ecoversities) in La Huasteca Potosina, Mexico last year, when I met Sierra and Andrea in person, two incredible friends of the alliance who steward Adventureversity, an ecoversity that invites us to open ourselves to the world and learn with the mountains and the territory. After the Gathering we visited Jilotepec in the State of Mexico, a rock climbing destination in the heart of the forest. It was my first time climbing. I was very afraid, climbing is an exercise in courage, but the texture of the rock was kind to me, here one rock told me, here said another, taking me by the hand, guiding me. Then, that rock wall became a lifeline, rough but generous, that rejected me, but invited me to continue and discover new strengths unknown to me, until then. I took a breath and then immersed myself in that world where anything could happen. My heart was open, I smiled.
Visita a Jilotepec, Octubre 2023 / Visit to Jilotepec, October 2023
Parte de seguir el corazón es recorrer esa línea de vida a donde sea que nos llevé, es responder con atención a esa emoción que sentimos. La línea de vida es un llamado a vivir, es una trayectoría o una gran canción, puede tomar la forma de una gran aventura, un aprendizaje o incluso una amistad. Cuando la aventura o la amistad toca a nuestra ventana, ¿cómo respondemos? ¿la dejamos pasar como un pajaro azul? A veces mi respuesta era disociar de ese llamado, al decirme ‘eso es imposible’ pero, esta vez no pude decir que no. Creo que me sentí lleno de vida en ese momento, y decidí ir, sin garantías.
Part of following the heart is to follow that lifeline to wherever it leads us, it is to respond with attention to that emotion we feel. The lifeline is a call to live, it is a trajectory or a great song, it can take the form of a great adventure, an apprenticeship or even a friendship. When adventure or friendship knocks on our window, how do we respond? Do we let it pass by like a bluebird? Sometimes my response was to disassociate from that call, by saying to myself ‘that’s impossible’ but, this time I couldn’t say no. I think I felt full of life at that moment, and I decided to go, with no guarantees.
Sueños
‘No way was clear, unbroken, in the forest. Into wind, water, sunlight, starlight, there always entered leaf and branch, bole and root, the shadowy, the complex’ – The Word for World is Forest, Ursula K. Leguin
Maura y George me esperaban en el aeropuerto de San José, en Costa Rica. Nunca había llegado tan al sur, en el pasado había tenido muchos viajes frustrados, pero hoy no. No recuerdo mucho del trayecto por estar exhausto de la travesía, sólo el largo viaje por la carretera y el bosque, los grandes árboles, las cascadas, se sintió como El Viaje de Chihiro, dejaba algo atrás, para adentrarme en un sueño. Siento que el territorio es como un gran sueño que nos ensueña. Me gusta referirme a este sueño como el País de los Pájaros, porque parece un país inmenso, donde habitan sin fin número de aves, soñadas acaso por este bosque y bosques más lejanos. Al respirar, sentí mis pulmones abrirse como grandes órganos florales, asomé mi cabeza por la ventana y ví las casas alineadas a la orilla del río, y bajamos la cuesta rumbo a Providencia. En Casa Provita, Andrea nos recibió con un cálido abrazo, junto con Honu y Luna. Pronto llegaron Eileen y Benya, a quienes conocí a través de la Conferencia Re-imaginando la Educación, y Sierra, nuestra anfitriona. Todxs volvían de jugar con los árboles y las cascadas, con rostros sonrientes y espíritus elevados, después de regresar de un Encuentro Regional de Ecoversidades en Costa Rica con la Universidad de la Paz. Eileen, Benya, Maura y George partieron a la mañana siguiente, pero antes gozamos de recolectar aguacates en un azul atardecer, una grandiosa cena y una deliciosa tertulia frente a la fogata, hablando de los misterios del corazón.
Dreams
‘No way was clear, unbroken, in the forest. Into wind, water, sunlight, starlight, there always entered leaf and branch, bole and root, the shadowy, the complex‘ – The Word for World is Forest, Ursula K. Leguin
Maura and George were waiting for me at the airport in San José, Costa Rica. I had never been this far south before, I’d had many travel plans thwarted in the past, but not today. I don’t remember much of the journey with them, as I was exhausted from the flights. I only recall the long drive along a road into the forest, the big trees, the waterfalls, it felt like in Spirited Away. I was leaving something behind, to enter a dream. I feel that Territory is like a big dream that dreams us. I like to refer to this dream as the Land of the Birds, because it seems like an immense territory, inhabited by an endless number of birds, perhaps dreamed of by this forest and more distant forests. As I breathed, I felt my lungs open up like large floral organs. I looked out of the window and began seeing houses along the riverbank as we descended into Providencia. At Casa Provita, Andrea greeted us with a warm hug, along with Honu and Luna. Soon Eileen and Benya, whom I met through the Re-imagining Education Conference, and Sierra, our host, arrived. They were all returning from playing in trees and waterfalls, with smiling faces and high spirits, after having recently returned from a Regional Ecoversities Gathering in Costa Rica at the University of Peace. Eileen, Benya, Maura and George left the next morning, but before that, we enjoyed picking avocados together during a blue sunset followed by a great potluck dinner and a sweet gathering around the campfire, sharing about the mysteries of the heart.
Fogata con Maura, George, Andrea, Reymond, Eileen, Benya, Andrea, Sierra y su familia
Campfire with Maura, George, Andrea, Raymond, Eileen, Benya, Andrea, Sierra and her family
Casa Provita estuvo rebosante de alegría por esos días, pues con Andrea y Luna, Honu el señor vainilla y los amigxs de Sierra que a veces nos visitaban para platicar, jugar y pasar el rato, había una abundancia de amor y cariño. Sierra nos contaba que recién, el rol de Casa Provita adquiría forma, antes había sido un lugar para practicar la escalada y apoyar el aprendizaje autodirigido, ahora sembraba ‘semillas’ para el encuentro entre los jóvenes, quienes conversaban sobre su lugar en la comunidad de Providencia así como sus procesos personales. Cada viernes se reunían, se celebraba una gran cena o convivio, la mesa del comedor se volvía un lugar de posibilidad y propuesta. Casa Provita era una casa de aventurerxs.
Casa Provita was brimming with joy during those days, because with Andrea and Luna, Honu “el señor vainilla” and Sierra’s friends who sometimes visited us to talk, play and hang out, there was an abundance of love and affection. Sierra told us that recently, the role of Casa Provita was beginning to take shape. Before, it had been a place to practice climbing and support self-directed learning, now it was planting ‘seeds’ for encounters among the youth, who spoke about their role as a generation in the Providencia community as well as their personal processes. Every Friday they met, a big potluck was held, the dining room table became a place of possibility and proposals. Casa Provita was a house of adventurers.
Días apacibles con la comunidad en Casa Provita
Peaceful days with the community at Casa Provita
Así conocí a Raymond, un personaje sensible, con quien platiqué y bromié mucho. El primer día fuimos juntos a una cascada, El Pocerón, donde casi se ahoga, pero afortunadamente Sierra intervinó y lo salvó. Regresamos riendo. Esto se tornaría un chiste recurrente, siento que los amigos son para salvarnos la vida.
This is how I met Raymond, a sensible character, with whom I talked and joked a lot. The first day we went together to a waterfall, El Pocerón, where he almost drowned, but fortunately Sierra intervened and saved him. We came back laughing. This would become a recurring joke, I feel that friends are there to save our lives.
Raymond y Albert entablando amistad
Raymond and Albert making friends
También conocí a Dario, quien hablaba ensoñado de las áves, conocía sus voces, sus paraderos, ejercía una alivelihood al dar recorridos para conocerlas. Dario mencionó que este territorio hospeda a muchas aves migratorias desde la Isla Tortuga y el Abya Yala, como los colibríes, por ejemplo. Teníamos la intención de ir a buscar búhos por la noche, pero por azares del destino, esta salida puede que suceda hasta en alguna instancia del futuro.
La familia de Dario sostiene una ecoversidad llamada Armonía Ambiental donde practican el buen vivir y la agricultura regenerativa, un día fuimos a escalar ahí. Descendimos por la cuesta de un profundo bosque. En el camino, Sierra nos contó una historia muy personal de su vida. Adentrarse en ese foliaje denso, recorrer ese sendero sinuoso y verde, repleto de recuerdos, se sintió cómo sumergirse en un sueño, a medida que las sombras de los árboles cayeron sobre nuestros hombros, el descenso se volvió más y más oscuro. Siento que el territorio guarda recuerdos y memorias. Recorrer el territorio es revisitar estos pasajes de nuestra vida, y siento nos ayuda a sanarnos un poco, y procesar aquellos eventos y relaciones que llevamos con nosotrxs, traen un mayor entendimiento. En algún momento el relato de Sierra se volvió indistinguible del tejido de ese mundo y dejé de escucharla, cómo sí esa historia y esos personajes fueran parte de ese bosque y las voces de los pájaros. Finalmente llegamos a las faldas del caudal de un gran río que derramaba miles de rezos. Ese mundo de abajo, prehístorico y primordial, se sintió como estar en el viejo corazón de la montaña. Pasamos la tarde escalando con amigxs, escuchando la melodía del agua y el silencio del habla, y había risas como de duendecillos, como la restauración de una amistad longeva. Regresamos subiendo la cuesta bajo el velo de la noche y los mosquitos, protegidos por la tenue luz y entendimiento de las estrellas.
I also met Dario, who spoke in a dreamy way about the birds, he knew their voices, their whereabouts, he created for himself an alivelihood by giving tours, sharing his knowledge and introducing people to the birds. Dario mentioned that this territory hosts many migratory birds from Turtle Island and Abya Yala, such as hummingbirds. We had intended to go looking for owls at night, but as fate would have it, this outing may have to happen at some point in the future.
Dario’s family runs an ecoversity called Armonía Ambiental where they practice buen vivir and regenerative agriculture. One day we went climbing there. We descended down the slope of a deep forest. On the way, Sierra told us a very personal story of her life. Entering that dense foliage, walking that winding, green path, full of memories, felt like immersing ourselves into a dream, as the shadows of the trees fell on our shoulders, the descent became darker and darker. I felt that the territory holds memories and recollections. To walk the land is to revisit these passages of our lives, and I feel it helps us to heal a little, and process those events and relationships that we carry within us, bringing greater understanding. At some point Sierra’s story became indistinguishable from the fabric of that world and I stopped listening to her, as if that story and those characters were part of that forest and the voices of the birds. Finally we arrived at the shore of a great river that poured out thousands of prayers. That world below, prehistoric and primordial, felt like being in the old heart of the mountain. We spent the afternoon climbing with friends, listening to the melody of the water and the silence of speech, and there was laughter, like that of fairies, like the restoration of a long-lived friendship. We returned up the hill under the veil of night and mosquitoes, protected by the faint light and understanding of the stars.
Aventuras en Armonía Ambiental
Adventures at Armonía Ambiental
La Ecoversidad de los Árboles
Otros días jugamos con los árboles. Sierra siempre nos compartió que los árboles eran grandes maestres en su vida. Su papá, Eric, nos llevó a la finca de Julian y su hermana Nayla, un santuario de árboles gigantescos conocidos como higuerones. Bajamos por la montaña, un amable sendero nos condujo a las orillas del brumoso río Savegrede, rodeado por suaves paredes de caliza, en cuya cima crecían hileras de árboles de vastas coronas verdes donde monos araña saltaban, doblando las ramas con sus cuerpos ágiles. Sus gritos reverberaban por todo el bosque, la selva vibraba de vida. Así los ojos de Eric, estaban muy vivos, podías ver la fascinación en sus ojos cuando hablaba del misterio de los higuerones. Pasamos una tarde ahí, escalando el higuerón El Barco de los Muertos. Sierra en los árboles es como un oso perezoso, cuando los sube, me transmite un sentimiento de alegría, confianza, libertad y gratitud por estar vivx, es contagiosa esa sonrisa, son momentos que revelan otras posibilidades de vivir y estar en el mundo. También Julián, su instinto y tenacidad para trepar higuerones era sorprendente, era como si su cuerpo deviniera en higuerón, del verbo higuerear. Para mí fue muy nueva la experiencia de subir a los árboles. Pude escalar los higuerones de Los Enamorados, trepar por sus raíces, sus ramas, sus barbas de musgo, sus canas y cabellos verdes y amarillos, me arboricé de cierta manera, encarné con mi cuerpo la voz del bosque, como articular tus cuerdas vocales, me sentí una gran canción, recorriendo esa generosa línea de vida que me guió hasta la copa de ese viejo árbol, sonreí mucho después de ese día.
The Ecoversity of Trees
Other days we played with the trees. Sierra always shared with us that trees were great teachers in her life. Her dad, Eric, took us to Julian and his sister Nayla’s farm, a sanctuary of giant trees known as strangler fig trees. Down the mountain, a gentle trail led us to the banks of the misty Savegre River, surrounded by smooth limestone walls, at the top of which grow rows of trees with vast green crowns where spider monkeys leapt, bending the branches with their lithe bodies. Their cries reverberated throughout the forest, the jungle vibrating with life. Eric’s eyes were so alive, you could see the fascination in his eyes when he spoke of the mystery of the fig trees. We spent an afternoon there, climbing the tree we called El Barco de los Muertos. Sierra moves in the trees like a sloth, when she climbs them, she transmits to me a feeling of joy, confidence, freedom and gratitude for being alive, that smile is contagious, they are moments that reveal other possibilities of living and being in the world. Also Julian, his instinct and tenacity in these trees was amazing, it was as if his body became a tree, almost like the verb, to tree. For me the experience of climbing trees was very new. I was able to climb Los Enamorados, to climb their roots, their branches, their mossy beards, their gray, green and yellow hair, I also became a tree in a certain way, I became with my body the voice of the forest, like articulating vocal cords, I felt like a great song, following that generous lifeline that guided me to the top of that old tree. I smiled a lot after that day.
El Barco de los Muertos; Nayla y Andrea; Julian en los árboles, una serpiente que nos visitó
El Barco de los Muertos; Nayla and Andrea; Julian in the trees, a snake that visited us
Una mañana mientras corríamos en el bosque, Sierra me contó una historia acerca de los higuerones (comunicación personal con el territorio), que cuando un higuerón es viejo, a veces los pájaros abandonan las semillas de sus frutos en algún hueco de otro tronco, entonces ahí crece un nuevo retoño. Este higuerón jóven hospicia al arbol viejo, abrazándolo con sus largas raíces que resbalan como cascadas hasta el suelo, una simbiosis de acompañamiento, un símbolo de amistad. Con Julian y SIerra conversábamos del futuro de este santuario de higuerones, este sueño de que algún día podamos acercarnos a este bosque como el lugar sagrado que es, un entretejido de saberes, una ecología de cuidado, de amistades, un templo de escucha profunda con el territorio, acaso una ecoversidad de los árboles. El territorio es quien nos recibe, los saberes vivos están en el territorio, es la ecoversidad de la vida por así decirlo. Estar en ceremonia, es cuidar estas relaciones.
One morning while we were running in the forest, Sierra told me a story about the fig trees (from her personal dialogue with the land), that when a fig tree is old, sometimes the birds leave the seeds of its fruits in some hollow of another tree’s trunk, where new sprout begins to grow. This young fig tree hospices the old tree, embracing it with its long roots that slide like waterfalls to the ground, a symbiosis of companionship, a symbol of friendship. With Julian and Sierra we talked about the future of this sanctuary of giant fig trees, this dream that someday we can approach this forest as the sacred place it is, an interweaving of knowledge, an ecology of care, of friendships, a temple of deep listening to the territory, perhaps an ecoversity of the trees. It is the territory that receives us, the living knowledge is in the territory, it is the ecoversity of life, so to speak. To be in ceremony is to take care of these relationships.
El Festival de las Estrellas
Cuando le propusé a Sierra realizar esta residencia en Casa Provita, lo primero que pensé fue en realizar un Festival de las Estrellas en Providencia.
El Festival de las Estrellas o Tanabata es una celebración que ocurré en Japón alrededor del septimo mes lunar. Celebra la reunión del asterismo del Triángulo de Verano, conformado por las estrellas Deneb, Altair y Vega. La leyenda del Tanabata celebra la reunión entre dos amantes, una princesa costurera (Vega) y un pastor de bueyes (Altair) que yacen separados por la Vía Láctea, entonces, aparece un puente mágico de grullas (Deneb) y los enamorados se reúnen momentaneamente. Una instancia de este festival aparece en el libro Una Noche en el Ferrocarril Galáctico de Kenji Miyazawa, como una gran fiesta con música y baile alrededor de los animales del zodiaco y las constelaciones.
En Ecoversidades, recién comenzamos a experimentar con el More-Than-Human Spiral Un/Research Lab un espacio ceremonial de emergencia y co-aprendizaje con la Tierra para sentipensar con agencias más allá de lo humanx e imaginar otros mundos posibles. El Festival de las Estrellas fue una extensión de esta iniciativa, como un llamado de amistad para celebrar a la nación estelar, el campamento de los ancestros, la bóveda celeste, una ceremonía para invitar a los astros y estrellas a la conversación y así co-crear constelaciones de significados.
Es curioso que El Festival de las Estrellas haya coincidido/constelado con dos ofrecimientos que también buscaban crear santuarios: el Taller de Interpretación y Traducción desde la Justicia Lingüística de Ecoversidades y Taller de Bioconstrucción con Bambú de Domos de Estrellas. Casa Provita se convirtió en la sede para construir este domo estrella con la comunidad, se sintió como construir habitat, un proceso que no tomó más de una hora y fue muy sencillo. Lo colocamos en el patio trasero de Casa Provita.
The Festival of the Stars
When I proposed to Sierra to do my residency at Casa Provita, the first thing I thought of was to organize a Festival of Stars in Providencia.
The Festival of Stars or Tanabata is a celebration that occurs in Japan around the seventh lunar month. It celebrates the gathering of the Summer Triangle asterism, formed by the stars Deneb, Altair and Vega. The Tanabata legend celebrates the reunion between two lovers, a seamstress princess (Vega) and an ox herder (Altair) who lie separated by the Milky Way, then a magical bridge of cranes (Deneb) appears and the lovers are momentarily reunited. An instance of this festival appears in the book A Night on the Galactic Railroad by Kenji Miyazawa, as a big party with music and dancing around the zodiac animals and constellations.
At Ecoversities, we just started experimenting with the More-Than-Human Spiral Un/Research Lab, a ceremonial space of emergence and co-learning with Earth to sentipensar (sense-think) with agencies beyond the human and imagine other possible worlds. The Festival of the Stars was an extension of this initiative, as an invitation into friendship to celebrate the star nation, the encampment of the ancestors, the celestial vault, a ceremony to invite the stars and heavenly bodies into conversation and thus co-create constellations of meaning.
It is curious that The Festival of the Stars coincided/constellated with two offerings that also sought to create sanctuaries: the Ecoversities Language Justice Interpretation and Translation Workshop and the Bamboo Stardome Bioconstruction Workshop. Casa Provita became the venue to build this star dome with the community, it felt like habitat building, a process that took no more than an hour and was very simple. We placed it in the backyard of Casa Provita.
Taller de Bioconstrucción de Domos Estrella con Bambu
Bamboo Star Dome Bioconstruction Workshop
Esta residencia también se inspiró de la práctica de la lectura del paisaje de David Holmgren, co-creador del movimiento de la permacultura, y de las ejercicios de sanación y colaboración profunda con la Tierra del artista visionario Marko Pogacnik, cuyo trabajo de litopunctura en el círculo de piedra dentro de la ecoversidad y ecoaldea Tamera es intrigante. Antes y después de colocar el Domo de Estrellas, recorrimos Casa Provita con un ejercicio de sentir profundo de la esencia del lugar, seguimos las recomendaciones de nuestro amigo Juan José buscando puntos de interés y peculiaridades, rehabilitando el espacio, podando árboles y acompañando sitios donde antes sólo había sombra, e imaginando ¿en qué desea convertirse este lugar? También reconfiguramos algunxs seres piedra que yacían dispersxs alrededor del domo de estrellas, respondiendo a su disposición de ser movidxs. También trazamos un sendero de estrellas hacía la cúpula del domo y dibujamos un mapa colectivo del lugar.
Por la noche, El Festival de las Estrellas se sostuvo como una ceremonia de agua, con cuatro flores testigo, técnica que me compartió mi amigo Hai de Bali. Se compartieron palabras al fuego, mientras arriba ardía gloriosa la Vía Láctea y la Cruz Austral. Ancestros, amigxs, promesas, simbolismos, muchas cosas se compartieron. Después caminamos el sendero de las estrellas, acompañados de seres más-que-humanos y nos sumergimos en la oscuridad, en comunión con la noche amable y sus estrellas. Nos inspiramos por el libro de Soulcraft de Bill Plotkin, que nos invita a desarrollar una mayor intimidad con la noche. Andrea mencionó después que esta ceremonía movió muchas cosas, y que no había terminado del todo. Días después, este mito fragmentado apareció en mi mente:
“Conocí en el bosque a una estrella que soñaba con ser pájaro, ella cuidaba de las aves de ese bosque encantado y quería cuidarlo mejor. Viajamos juntos por el mar de la noche en busca de una respuesta. Primero nos encontramos con un inventor, le ofreció unas alas mecanicas, ella estaba insatisfecha. Luego nos encontramos con un herrero, le ofreció una jaula para pájaros, no le cautivó. Después nos encontramos con una bruja, le ofreció un mágico barco volador, se mostró indiferente. En la travesía se encontró con otras estrellas, que compartian sueños parecidos, acaso se reconocían, y entre ellas floreció la amistad y sus corazones hicieron asterismo, se volvieron constelación. Desde entonces, ella es la constelación del Águila, en cuyo resplandor, las aves de este mundo encuentran refugio. Y así la aventura de la vida continua”:
This residency was also inspired by the landscape reading practice of David Holmgren, co-creator of the permaculture movement, and the healing exercises and deep collaboration with the Earth of visionary artist Marko Pogacnik, whose lithopuncture work of the stone circle within the Tamera ecovillage is intriguing. Before and after placing the Star Dome, we toured Casa Provita with an exercise of feeling deeply the essence of the place, following the recommendations of our friend Juan José looking for points of interest and peculiarities, rehabilitating the space, pruning trees and accompanying places where before there was only shade, and imagining what does this place want to become? We also reconfigured some stone beings that lay scattered around the star dome, responding to their willingness to be moved. We also traced a star trail to the top of the dome and drew a collective map of the land.
In the evening, The Star Festival was held as a water ceremony, with four witness flowers, a technique shared with me by my friend Hai from Bali. Words were shared at the fire, while the Milky Way and the Southern Cross burned gloriously above. Ancestors, friends, promises, symbolisms, many things were shared. Then we walked the path of the stars, accompanied by more-than-human beings and plunged into the darkness, in communion with the gentle night and its stars. We were inspired by Bill Plotkin’s Soulcraft book, which invites us to develop a greater intimacy with the night. Andrea mentioned afterwards that this ceremony moved many things, and that it was not quite over. Days later, this fragmented myth popped into my mind:
“I met in the forest a star who dreamed of being a bird, she cared for the birds of that enchanted forest and wanted to take better care of it. We traveled together through the sea of night in search of an answer. First we met an inventor, he offered her mechanical wings, but she was dissatisfied. Then we met a blacksmith, he offered her a bird cage, but she was not captivated. Then we met a witch, she offered her a magical flying boat, but she was indifferent. On the voyage she met other stars, who shared similar dreams, perhaps they recognized each other, and among them friendship blossomed and their hearts became asterisms, they became constellations. Since then, she is the constellation of the Eagle, in whose radiance, the birds of this world find refuge. And so the adventure of life continues”
El Domo de las Estrellas junto con seres piedra
The Star Dome with stone beings
El Bosque del Infinito
“Dicen los mayores que la danta permanecía allá abajo donde tenía su casa, pues ella es la madre de esta tierra. Allá tenía su casa.”
Danta, Ditsö rukuö, Identidad de las semillas: Formación desde la naturaleza
Eric me llevó hasta La Cabaña, me mencionó que este era su lugar favorito, que le encantaban los colores de las nubes, que todos los días encontraba algo nuevo, que el encanto no se detenía. Hablaba de pájaros que colaboraban entre ellos sin importar su especie, Pasaría los siguientes cuatro días en un retiro solitario, armonizando el lugar, conociéndolo, sumido en reflexión.
The Forest of Infinity
“The elders say that the tapir stayed down there where she had her home,
for she is the mother of this earth. There she had her home.”
Danta, Ditsö rukuö, Identidad de las semillas: Formación desde la naturaleza
Eric took me to La Cabaña, he mentioned to me that this was his favorite place, that he loved the colors of the clouds, that every day he found something new, that the enchantment did not stop. I would spend the next four days in a solitary retreat, harmonizing with the place, getting to know it, immersed in reflection.
La Cabaña
Lo primero que pensé al llegar al bosque fue infinito.
Infinito – caían las hojas desde altos árboles en una llovizna apacible, invisibles pájaros cantaban con sus diversas voces y extraños instrumentos. Una sinfonía sin final.
Con cada respiración, está música entraba a mis pulmones, dentro mío crecían bosques, sentí que los árboles me rodeaban, en una espiral abierta, al quedarme inmóvil, notaba su sutil caminar.
Me acompañaron Eru y Alderaban, dos toros jóvenes que me seguían cuando iba a recolectar leña. Me sentí sensible a las emociones del paisaje, había lugares de sombra, lugares de brillo, donde había mosquitos, otros donde había mariposas.
My first thought upon arriving in the forest was infinite.
Infinite – leaves fell from tall trees in a gentle shower, invisible birds sang with their diverse voices and strange instruments. A symphony without end.
With each breath, this music entered my lungs, forests grew inside me, I felt the trees surrounding me, in an open spiral, as I stood still, I noticed their subtle movement.
I was accompanied by Eru and Alderaban, two young bulls that followed me when I went to collect firewood. I felt sensitive to the emotions of the landscape, there were places of shade, places of brightness, places where there were mosquitoes, others where there were butterflies.
El Bosque del Infinito
The Infinite Forest
El primer día una rama cayó súbitamente frente a mi, el bosque conocía de mi presencia. Mire hartos colibríes, que corrían por las flores en intenso frenesí, y parvadas de pájaros, el viento mecía los árboles, la niebla avanzaba por las comisuras de la montaña.
El segundo día, encontré un acceso hacía un gran árbol, alrededor del mismo, había sombra, el día anterior intenté acceder por ahí, pero me fue imposible. Al abrazar a este árbol, mi corazón se aceleró mucho, fue curioso, pues percibí que era como un ser muy poderoso, como un guardián, un ancestro
The first day a branch suddenly fell in front of me, the forest knew of my presence. I saw many hummingbirds, which rushed through the flowers in an intense frenzy, and flocks of birds, the wind swayed the trees, the mist advanced along the corners of the mountain.
The second day, I found an entrance to a large tree. Around it, there was shade, the day before I tried to access it, but it was impossible. When I embraced this tree, my heart accelerated a lot. It was curious, because I perceived that it was like a very powerful being, like a guardian, an ancestor.
Entrada al Bosque del Infinito; El Portal de los Sueños
Entrance to the Forest of Infinity; The Portal of Dreams
Luego apareció una mariposa, que seguí por un sendero soleado bajo los árboles, descendí la cuesta, por el espinazo de la colina, hasta llegar a un portal de dos grandes árboles, que apodé El Portal de los Sueños, pasé este umbral y unos arbustos me bloquearon el paso. Mientras me zafaba, escuche un grito extraño, me sorprendí pero no le dí la mayor importancia, luego sentí algo grande se aproximó hacía mí desde ese mundo de abajo, ¿un jabali? Y este ser se detuvo a unos cuantos metros, separados entre la hierba, sentí su fuerza y su corpulencia, vislumbre a través de la maleza, su pelaje negro, que asombro, era un tapir.
Siento que era como xlx guardíanx del bosque que venía a saludarme, a recibirme en su dominio, tenía un poder mágico, pues sólo hasta que se fue, los arbustos que me tenían inmovil me liberaron. Seguí la pista del tapir hasta llegar a lo que parecía ser su nido, pero el camino no continuaba más abajo, hay cosas que deben mantenerse en misterio.
Seguí por el sendero principal, miré semillas en forma de espiral caer. Y un árbol que tenía forma de dragón y rocas muy curiosas. Llegué a la casa del árbol que había construido Eric unos años atras (uno de sus sueños rotos, me dijo después), alrededor había una asamblea de árboles, de aguacatillos, árboles predilectos por los quetzales. Se sintió como El Templo del Infinito, un lugar sagrado, de ceremonía.
Then a butterfly appeared, which I followed along a sunny path under the trees. I descended the slope, down the ridge of the hill, until I reached a portal of two large trees, which I called The Portal of Dreams. I passed this threshold until some bushes blocked my way. While I was trying to break through, I heard a strange scream. I was surprised but I did not give it much importance. Then, I felt something big approaching me from that world below, a wild boar? A being stopped a few meters away, we were separated by the grass, I felt its strength and its corpulence, I glimpsed through the undergrowth its black fur. I was astonished, it was a tapir.
I felt it was like the guardian of the forest who had come to greet me, to receive me in her domain, she had a magical power, because only after she left, the bushes that held me immobile, let me go. I followed the tapir’s trail until I reached what seemed to be her nest, but the path did not continue further down. There are things that must be kept a mystery.
I continued along the main path, I watched seeds the shape of spirals fall and a tree that was shaped like a dragon, and very curious rocks. I arrived at the treehouse that Eric had built years ago (one of his shattered dreams, he told me later), around it was an assembly of trees, of aguacatillos, trees favored by the quetzals. It felt like the Temple of Infinity, a sacred place of ceremony.
El Templo del Infinito
The Temple of the Infinite
Mapa Intuitivo de La Cabaña y El Bosque del Infinito
Intuitive Map of La Cabaña and Infinite Forest
Sobre la danta o el tapir, en la cosmovisión de los pueblos indígenas de Costa Rica, en el pueblo bribri, tiene asociaciones con la creación y la fertilidad. La danta figura en el mito del origen del mundo, como la mamá de la Tierra misma, es una habitante del mundo de las aguas. Siento que mi encuentro con ella, la creación del mundo se acercó a la superficie, como una reconexión del pasado con el presente. El encuentro me recordó a un dicho aymara que más o menos menciona que el pasado lo tenemos de frente, porque cuando cerramos los ojos, podemos traer a los ancestros a nuestro costado, mientras el futuro lo tenemos atras porque no lo vemos venir. Mi amiga Martha del Parque Binacional de la Amistad, me compartió un mensaje que recibió durante un Encuentro de Sabidurías del Colibrí, el Quetzal, el Águila y el Condor, en el Sur de México. El mensaje era que los ancestros, los elementales, que la Tierra misma está presente, y todxs nos acompañan en nuestro caminar colectivo como humanidad.
With regards to the tapir, within the cosmovision of some of the indigenous peoples of Costa Rica, the Bribri people, it is associated with creation and fertility. The tapir figures in the myth of the origin of the world, as the mother of the Earth itself, she is an inhabitant of the world of the waters. I feel that my encounter with her, the creation of the world came close to the surface, like a reconnection of the past with the present. The encounter reminded me of an Aymara saying that more or less mentions that the past is in front of us, because when we close our eyes, we can bring the ancestors to our side, while the future is behind us because we do not see it coming. My friend Martha from the Parque Binacional de la Amistad (Binational Friendship Park), shared a message with me that she received during a Wisdom Gathering of the Hummingbird, the Quetzal, the Eagle and the Condor, in Southern Mexico. The message was that the ancestors, the elements, that the Earth itself is present, and they all accompany us in our collective journey as humanity.
Diente de león
Cuando la amistad o la aventura tocaban a mi ventana, temía abrirla, con temor del viento que podía arrastrarme y deshacerme, realizaba muchos preparativos, pero todo era inutil. Me dí cuenta que mi corazón era como un diente de león, una semilla sensible, vibrante, movida por la más mínima ventisca. Y en su fibra más íntima había un niño, un niño que deseaba confiar en el viento, deseaba vivir, sentir y encarar el viento que sopla y la humeda lluvía. Encarar el viento que sopla en este momento, la lluvía que cae en este momento, nada más y nada menos, ese es el vuelo del diente de león, porque el viento también es una línea de vida, que deshace el tejido del mundo para volverlo a tejer, y todo cambia para volverse algo más y continuar existiendo.
Dandelion
When friendship or adventure touched my window, I was afraid to open it, afraid of the wind that could blow me away and undo me. I made many preparations, but everything was useless. I realized that my heart was like a dandelion, a sensitive, vibrant seed, moved by the slightest blizzard. And in its innermost fiber there was a child, a child who wanted to trust the wind, wanted to live, to feel and face the blowing wind and the wet rain. To face the wind that blows at this moment, the rain that falls at this moment, nothing more and nothing less, that is the flight of the dandelion, because the wind is also a lifeline, that unravels the fabric of the world to weave it again, and everything changes to become something else and continue to exist.
Eric, Sierra, Andrea, Luna, Marc-Andre, Albert y Ying
Cada amistad, aventura, o relación que compartimos con alguien más o nosotrxs mismxs, siento que no hay nada más especial o único. Hay mucho aprendizaje aquí, debe ser obvio pero no lo es. No sabemos a donde los pájaros llevan sus semillas o en cuál tronco crecera un higuerón, en general, la vida es un misterio. Tampoco sabemos si nuestros actos de cariño cambiarán el mundo de alguien más, o acaso el mundo entero. Casa Provita comenzó como un sueño, ahora es algo más, una constelación de sueños quizás, sueños que sueñan sueños, o corazones que corazonan corazones, o bosques que bosquean bosques, sí el nombre del mundo es bosque, ¿cuál es el nombre de tu mundo? ¿Cómo decides vivir? ¿qué santuarios de vida imaginas?
El camino de regreso a casa siempre me da la bienvenida, el territorio Kumiai que me recibe, el País de las Ballenas, dividido por una frontera, y las murallas que yo mismo he levantado, junto con aquellas paredes sobre las cuales ya crece la maleza, las flores de la primavera, flores que sanan la Tierra. Camino con el mundo más que humano, corazonando y renaciendo con los ríos que apenas empezamos a recordar, es un lento aprendizaje, sí, pero tengo fe que aquí florecerá una gran amistad. Me esperan amigxs en el mar, amigxs en el Jardín Binacional de la Amistad, amigxs y lugares que todavía no conozco, la sanación que aún no contempló. El territorio es una ecoversidad, nuestrxs cuerpxs territorio, los pájaros de aquí vienen de muy lejos, también las ballenas vienen de muy lejos, traemos semillas y canciones de muy lejos, regreso a casa con el corazón completo.
I feel there is nothing more special or unique than each friendship, adventure, or relationship we share with another or with ourselves. There is a lot of learning here, it should be obvious but it is not. We don’t know where the birds carry their seeds or which trunk a fig tree will grow on, in general, life is a mystery. We don’t know if our acts of caring will change someone else’s world, or perhaps the whole world. Casa Provita began as a dream, now it is something more, a constellation of dreams perhaps, dreams that dream dreams, or hearts that heart hearts, or forests that forest forests. If the name of the world is forest, what is the name of your world? How do you decide to live? What sanctuaries of life do you imagine?
The way home always welcomes me, the Kumiai territory that receives me, the Land of Whales, divided by a border, and walls that I myself have erected, along with those walls on which weeds already grow, the flowers of spring, flowers that heal the Earth. I walk with the more-than-human world, heartening and being reborn with the rivers we are just beginning to remember. It is slow learning, yes, but I have faith that here, a great friendship will blossom. Friends await me in the sea, friends in the Jardín Binacional de la Amistad, friends and places I do not yet know, the healing I have not yet contemplated. The territory is an ecoversity, our bodies are territory, the birds that live here come from far away, the whales also come from far away, we bring seeds and songs from far away, I return home with a full heart.
Y así la aventura de la vida continua.
And so, the adventure of life goes on.
Anexo 1: Poema Colectivo (3/10/24)
por Andrea, Albert, Sierra, Luna y Marc-Andre
Conocí en un bosque una estrella que soñaba ser pájaro
Ella cuidaba de las aves de ese bosque encantado
Aprendo qué los mundos que hacemos están vivos
Como las estrellas que juegan con el sol, la luna, el viento y las montañas
We Will always come back…
Do I feel or maybe I just need to Kiss you
To channel the love we have within
Profunda vulnerabilidad ante los elementos abriéndose al misterio interno para encontrar más colores y texturas
En este viaje encontró otras estrellas, floreció la amistad y sus corazones hicieron asterismo, se volvieron constelación
And here I am letting my heart lead my hand
El privilegio del corazón roto…. Aprendo a morir al servicio del amor.
Appendix 1: Collective Poem (3/10/24)
by Andrea, Albert, Sierra, Luna and Marc-Andre
I met in a forest a star that dreamed to be a bird
She cared for the birds of that enchanted forest
I learn that the worlds we make are alive
Like the stars that play with the sun, the moon, the wind
and the mountains
We will always come back…
Do I feel or maybe I just need to Kiss you
To channel the love we have within
Deep vulnerability to the elements opening to the inner mystery
to find more colors and textures.
In this journey she found other stars,
friendship blossomed and their hearts became asterism,
they became constellation.
And here I am letting my heart lead my hand
The privilege of the broken heart….
I am learning to die in the service of love.