Por Eliana Otta
Vocabulario Vital surge de una necesidad, al reconocer la insuficiencia de los lenguajes disponibles para referirnos a lo que nos es significativo en tiempos de incertidumbre extrema…tiempos en los que parecen faltarnos palabras para expresar apropiadamente la profundidad de nuestra confusión y dolor, así como para articular lo que se atreve a aparecer como esperanza o incluso como sueños. Este Vocabulario Vital responde también a cómo este tiempo refuerza nuestras intuiciones sobre la necesidad de cambiarlo todo. Incluso si a veces lo que podemos hacer es cambiar una letra, una entonación, un acuerdo sobre lo que una palabra puede hacer.
Lo que las palabras pueden hacer se vuelve extremadamente tangible cuando lidias con la traducción cotidianamente. Viviendo de un país con 48 lenguas, Perú, pero hablando sólo una de ellas (la colonial y oficial, el español), me mudé y comencé una vida nueva que ocurre mayormente en inglés, mientras trato de aprender griego y alemán básico. Mi condición reciente de migrante en Europa aumentó mi interés en la relación entre palabras, el nombrar y la creación de mundos. Al sumergirme en mi actual investigación académica, siendo de un contexto tan permeado por la tradición oral, constantemente me pregunto: ¿Cómo puede la teoría acercarse a la riqueza del conocimiento encarnado y de la experiencia, a aquello fuera de los libros? Mientras siento que habito varios lugares al mismo tiempo, constantemente traduciendo y cambiando de códigos, otras interrogantes me atraviesan: ¿Qué cualidades empáticas y adaptativas pueden ser reconocidas y nutridas desde la posición mestiza decolonial, que pueden ayudar al diálogo intercultural y a la convivialidad inter especies?
¿Cómo ponemos nuestros diversos lenguajes y herramientas al servicio de la vida?, ¿cómo podemos usarlos para vivir de otras maneras?, cómo se entrelazan el arte, la imaginación y la responsabilidad en medio de una crisis planetaria? Estas preocupaciones se han reforzado por la pandemia y su modo de exacerbar la injusticia global que caracteriza la reproducción de la vida bajo el neoliberalismo. Ahora más que nunca, los tipos de proyectos pedagógicos, artísticos y políticos que necesitamos, deberían estar haciendo preguntas desafiantes y amplias sobre la vida, las condiciones para su existencia y reproducción fuera del capitalismo...