La experiencia de innovación educativa realizada por los docentes de la Institución Educativa Alejandro Velasco Astete – Cusco a través del Proyecto: “Chacra y fuentes de agua: lugares y tiempos para el aprendizaje intercultural y ambiental”. Es realmente un esfuerzo por hacer de la educación una práctica sintiente y emotiva y a la vez emancipadora y critica en estos tiempos de incertidumbre global. Ella reconoce, revaloriza y “utiliza” unos lugares y unos tiempos de su pequeño territorio escolar para reconectar la relación humana con la naturaleza, las deidades y el cosmos, tal como lo hacían nuestros ancestros quechuas.

Esta incorporación, que para algunos puede parecer insolente, no descuida el desarrollo de las competencias que la vida contemporánea impone a través de los sistemas educativos a nivel global. Para mediar este proceso los docentes de la experiencia utilizan estrategias interculturales posibilitando nuevamente la recuperación de estas prácticas ancestrales del mundo siempre diverso, antes que los dogmas judeocristianos y posteriormente el pensamiento moderno soñaran con mono culturalizar el planeta. Es así que, en cada expresión y testimonio de sus principales actores, docentes y estudiantes, se puede percibir la emoción, antes que una descripción objetiva, de los hechos. En consecuencia, la emoción y la alegría fue y aún es la base de muchas otras educaciones alrededor del mundo antes que la escuela moderna racionalizara.

Sin embargo, creo que unos ejemplos a profundidad de los procesos íntimos respecto al funcionamiento de las metodologías aplicadas e innovadas en las diferentes áreas y los aprendizajes logrados por los estudiantes en términos de productos o actuaciones no estarían demás para ilustrar semejante esfuerzo y dedicación.

En términos generales, puedo decir que una parte de mi corazón palpitaba al leer cada oración y párrafo de este magnífico documento. Pienso que los docentes del Perú tenemos una gran deuda en relación con la producción de conocimiento pedagógico que brote, así como la chacra huerta y el manante, desde nuestras particularidades socio culturales y lingüísticas y converse con otras propuestas para hacer de la educación una experiencia legitima y según las espirales de la danza del Pacha. Este documento es un pequeño atisbo de ese esfuerzo.

¡Purillasunchikmi!

Kusilla, sunqulla, hawkalla…

Melquiades Quintasi Mamani