Lxs jóvenes se hacen cargo de ellxs mismxs y se auto-organizan en nodos comunitarios ‘libresponsables’. Las habilidades y la experiencia se adquieren a través del asumir responsabilidades, guiando a la comunidad a través de la autogestión. La estructura organizativa promueve el crecimiento de cada individuo y ofrece oportunidades para explorar capacidades al asumir responsabilidades y aprender cómo convertirse en líder, liderando. La mayoría de quienes estudian aquí han desaprendido creencias limitantes, dejado el miedo al fracaso, expandido la propia zona de confort y –especialmente- se han descubierto a sí mismxs. Son capaces de pensar críticamente, crear nuevas soluciones, a veces tomando riesgos y presentándose a sí mismxs. Cada quien crea su propio plan de estudios de acuerdo a sus necesidades, metas y roles. Como agentes de cambio, lxs estudiantes aplican el aprendizaje directamente para convertir los retos en soluciones y dejar la escuela con sus propios empleos ya establecidos. Al trascender sus contextos personales como, por ejemplo, refugiadxs, huérfanxs o niñxs de la calle, las tragedias personales se vuelven la fuerza que conduce a la creación de empresas sociales que pueden atender las causas de raíz.